
Yo soy Espíritu Divino. Yo soy el hijo de Dios. En Dios vivo, me muevo y tengo mi ser, por lo que no tengo miedo. Estoy rodeado por la Paz de Dios y todo está bien. No le temo a la gente, no le temo a las cosas, no le temo a las circunstancias, no me temo a mí mismo ya que Dios está conmigo. La Paz de Dios llena mí alma y no tengo temor.... Habito en la Presencia de Dios y ningún temor puede tocarme. No le temo al pasado, no le temo al presente, no le temo al futuro porque Dios está conmigo. El Dios eterno es mi morada, y sosteniéndome están los brazos eternos. Nada me puede tocar jamás que no sea la acción directa de Dios mismo, y Dios es Amor.
Dios es Vida; entiendo eso y lo expreso. Dios es Verdad; entiendo eso y lo expreso. Dios es Amor Divino; entiendo eso y lo expreso. Envío a todo el universo pensamientos de amor, paz y sanación a todos los árboles y plantas y cosas que crecen, a todas las bestias y aves y peces, y a todo hombre y mujer y niño sobre la Tierra, sin distinción alguna. Si alguien alguna me ha herido o me ha hecho algún daño, yo, plena y libremente, le perdono ahora, y doy por terminada la cuestión para siempre. Le aflojo y le dejo ir. Soy libre y él es libre. Si hay algún peso de resentimiento, lo vierto sobre mi Cristo Interno y me libero.
Dios es la Sabiduría Infinita y esa Sabiduría es mía. Esa Sabiduría me dirige y me guía, por lo que no cometeré más errores. Cristo en mi es una lámpara a mis pies. Dios es Vida Infinita, y dicha Vida es mi suministro por lo que no tendré necesidad de nada. Dios me creó y El me sostiene. El Amor Divino lo ha previsto todo y provee para todo. Una Mente, Un Poder Un Principio, Un Dios, Una Ley, Un Elemento. El está más cerca que la respiración, más cerca que las manos y los píes. Yo soy Espíritu Divino, el Hijo de Dios, y en la Presencia de Dios moraré por siempre. Le doy gracias a Dios por la Armonía Perfecta.