Bueno la historia que les tengo para hoy es muy buena y curiosa a la vez, pues trata del peculiar gato que tenemos en casa llamado Salem, pero que responde por el sobrenombre de Negro. Pues como les dije en un número anterior, es un gato muy comparón y que además se cree gente y solo quiere hacer las cosas que hacemos los humanos, pues si él ve algo que uno hace con lo que sea e inmediatamente lo copia y lo quiere hacer tambien.
El otro día mi hijo Jonathan sorprendió al gato punchando con sus patitas a mi laptop e inclusive le tiró fotos para que vean que no estoy mintiendo, no se si es que él estaba chateando con sus amigos gatunos, o con alguna gatita en particular. A lo mejor es la mísma gata negra que viene todos lo días por aquí buscándolo, que al principio él no entraba en ná con ella, pero luego se decidió y ahora hace tremendo escándalo llamándola todas las noches.
El gato Negro se cree que está aquí para él hacer lo que le dá la gana, en vez de cumplir con su función para lo cual lo trajeron para ésta casa. Resulta que ya Gertrúdis y Pepe han crecido bastante (dos enormes ratas) y él ni caso les hace, pues antes el gato atrapaba ratones y los mataba con gústo, pero ahora se le olvida o se hace el chivo loco y deja a Gertrúdis y a Pepe vívos (les pongo nombres porque esos dos tambien se sienten ya de la familia, pues nos pasan por los pies, y hasta se nos quedan mirando).
Asi está el mundo mi gente bella, que hasta los animales quieren parecerse a los humanos, así lo vímos en unos muñequitos en éstos días, muy buenos llamado Ratatouille, en donde el ratón en cuestión se creía humano tambien y quiso ser chef de cocina y lo más increíble fue que lo logró. Manejaba al humano desde los pelos de la cabeza para cocinar a través de éste.
!Que gran mundo es éste!
El "Negro" con la laptop.
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