
Bueno ya si es verdad que llegó ella, la noche especial, en donde la familia se reune para cenar, festejar, los niños tiran sus fuegos artificiales, que no deberían, pero siempre hay dos o tres guapos que se lo compran.
Este es el día en el cual los hombres y los niños son los que más disfrutan, pues ellos no tienen que fajarse en la cocina a hacer la cena, eso lo hacemos las heroínas como nosotras las mujeres. Una se pasa fajá haciendolo todo, luego recoger la mesa y los regueros que deja todo el mundo , pues si tienes visitas algunas se ofercen a ayudarte pero otras no, y como quiera a las que se ofrecen, tú por educación o cortesía le dices que no gracias, y luego a fregar una montaña de trastos sucios, guardar el resto de la comida (si sobró algo) papola (por la mañana), para hacer sandwiches de pavo ó de pollo dependiendo de cual fue de los dos. Luego de todo eso la mujer se sienta (dizque) a descansar y a tratar de compartir unos tragos sólo como cinco minutos, pues siempre hay que estar pendiente de que si alguien quiere más cervezas o tragos de ron, repartir los dulces a los niños y a los hombres, pues la mayoría de las mujeres siempre dicen que no, que están llenas aún (pero es en realidad por la dieta). Las únicas veces que yo disfrutaba de la cena cuando era niña, pues ya de adolecente tenía que fajarme con mi mamá en la cocina a ayudarle y ahora de adulta me toca la mísma pela todos lo años para mi esposo y mis hijos, que en mi caso especial me fuñí porque son todos varones, y eso que todavía hay que volver a coger lucha con la cena del 31, ay mi madre; pero volveré algún día a esperar mi cena sentada sin hacer nada cuando sea una anciana (eso espero), de todos modos mi gente: Felíz navidad!!, que disfruten de su cena, yo trataré de disfrutar tambien, no les prometo nada pero ahí vamos.
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